A pesar de que Aquaman o Shazam no salvaron lo mal visto que era el universo de DC en el cine, demostraron que Warner si sabía hacer películas de superhéroes que no apelaran a la oscuridad exagerada como cierto director. Por otro lado, la primera película de Wonder Woman demostró que si se podía trabajar con ellos y entenderlos sin llenarlos de problemas y traumas. Sorprendentemente, Patty Jenkins transformó a la Mujer Maravilla que presentó Zack Snyder en Batman v Superman y la propuso como una heroína inocente recién llegada al mundo.
Pero sin duda alguna, la sombra de Snyder era tan alargada que incluso antes del lanzamiento de la primera cinta de la guerrera amazona, habían quejas en torno al tono que tendría la película. Esto porque Snyder solía amargar las tramas con finales confusos que, si no eras un lector de cómics antiguo, no los entenderías ya que estaban llenas de diálogos rimbombantes como las historietas de los 70 pero igualmente vacías. Luego llegó el giro tornando el humor sin dejar de lado la seriedad que requiere un universo como DC Comics.
Así es como Wonder Woman quedó como el primer paso a superhéroes más coloridos al más puro estilo de los comics que se conocen de la guerrera amazona.
Últimamente DC Comics logró establecerse ante la dura competencia que es Marvel, teniendo en su universo extendido éxitos como Aquaman con Jason Momoa y Shazam con Zachary Levi. Además, complacieron al publico televisivo con Doom Patrol y las producciones de The CW. Esto sin contar que las películas que se desarrollarán en el futuro como The Suicide Squad y Black Adam ya tiene un pie dentro de la lista de éxitos. De esta forma, DC demostró que no necesita de directores de la talla de Christopher Nolan ni cineastas más adentrados a los comics como es el caso de Zack Snyder. Asimismo, Wonder Woman: 1984, con su ambientación ochentera (que al parecer está de moda) y dejando de lado la oscuridad de lado daba señales de no necesitar a nadie mas que así misma para echarse sobre sus hombros a DC Comics y salvarlo de este fatídico 2020.
No obstante, o fue imposible interpretar dichas señales o WB se encuentra en una encrucijada ya que se siente que en esta entrega no supieron explotar los aspectos fuertes de muchos de los personajes. Esto debido a que en Wonder Woman: 1984 existe un desequilibrio total en lo que hay sobre el papel y lo que sería una fantasía oscura, algo que sepulta un poco los planes que al parecer tenía.
La verdad es que fuera todo, ignoro el motivo por el cual Wonder Woman se ambientó en la década de los 80, siendo que la película casi ni coincide con la decada. Se podría decir que esto tendría que ver más con el tercer acto de la película ya que la amenaza para el planeta es lo único que sirve para adentrarse en esta época.
Sin duda alguna, el guion de WW84 carece de fuerza ya que siempre presenta el mismo problema. Da ideas interesantes para desarrollar durante la trama, pero al rato se olvidan. Por ejemplo: la relación entre Diana (Gal Gadot) y su nueva amiga Barbara (Kristen Wiig), que empezaron con una escena muy buena sobre un almuerzo, luego es tirado por la borda ante el exceso de simplificación sumamente innecesaria.
Otro ejemplo destacable, es sobre la resurrección de Steve Trevor (Chris Pine) ya que pasan muy por encima la forma en que regresó aludiendo que la magia (y el poder del guion al parecer) lo pueden todo. Por lo que poco a poco se reflexiona de forma más racional este aspecto y lo que implica (porque existe una tercera personaje implicada en este regreso, algo que no comentaré mas allá para no dar Spoiler). Puede que todo esto haya ocurrido sin intención de Patty Jenkins, pero si deja al descubierto lo poco trabajados que pueden ser los guiones.
Y también da por hecho el giro algo oscuro planteado por Snyder, que se compara con la visión de Superman como un semidiós por encima de todo y todos los mortales. Wonder Woman ahora se presenta como una diosa que sigue décadas después de su muerte, obsesionada mas de 40 años por su primer y único amor. El conflicto del héroe dispuesto a perder lo que le define por amor, tal y como planteó Richard Donner en su película de Superman, lo que si, aquí se presenta de una forma más antipática.
El argumento de WW84 tiene un inicio muy de fantasía, mas que de ciencia-ficcion, muy parecido a lo que pudimos ver en Shazam, y es por ello que se aleja bastante de las producciones anteriores, donde casi toda la trama era más guiada por la ciencia que por otra cosa. Aquí tenemos una especie de roca mística y mágica que concede deseos a su poseedor, pero como todos los deseos en la cultura popular, están ligados a clausulas y los deseos se pueden hacer realidad de una manera algo retorcida, como en La casita del horror 2 en Los Simpson cuando Homero consigue una mano de mono que cumple deseos.
Cuando el mega empresario, que tiene muchos fracasos en su haber, Maxwell Lord (interpretado por el chileno Pedro Pascal, a quien no le basta solamente con levantar la franquicia de Star Wars, sino que también levantar WW84) absorbe los poderes de la piedra mágica y se convierte en una especie de genio concediendo deseos a diestra y siniestra. También se verán implicada Diana y su nueva amiga Barbara, que en su gran admiración a su nueva colega, se termina transformando en su mayor amenaza.
Al final, esta película, que parecía proponer mucho, terminó siendo mas de lo mismo: un muy buen cast y unas cuantas escenas de acción muy buenas y muy bien planteadas, pero dejando mucho para desear en cuanto a la edición.
Wonder Woman: 1984 no es una mala película, ni tampoco contaba con un guion desastroso teniendo en cuanta otras películas de DC.
Jenkins logra llevar adelante la narración gracias al estupendo trabajo de los actores y de igual manera el apartado técnico. A diferencia de la primera entrega, de hecho, no está la sensación de que alguna trama o mini trama queda a medias, solo se sintió que la ejecución pudo ser mejor. Sin duda alguna, a DC Comics le falta para encontrar su modus operandi como lo hizo la competencia.