Entre el seis y nueve de agosto de 1945, dos bombas atómicas fueron lanzadas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Este suceso cambió el mundo para siempre, dando pie a la guerra fría y la era atómica. El responsable de la creación de la bomba, Robert Oppenheimer, jamás volvió a ser el mismo. Casi ochenta años después, el aclamado director Christopher Nolan lleva estos trágicos acontecimientos a la pantalla grande con Oppenheimer, una reflexiva e inquietante cinta épica que bien podría ser su magnum opus.
El destructor de mundos
La cinta trata sobre la vida de J. Robert Oppenheimer, específicamente en sus años trabajando en el proyecto Manhattan y la creación de la bomba atómica, la cual fue usada por primera y última vez hacía el fin de la segunda guerra mundial, devastando dos ciudades de Japón y provocando casi 300.000 muertes. El filme también ahonda en sus problemas personales, como el suicidio de su exnovia, así como las dificultades que enfrentó después del lanzamiento de la bomba.
Si bien la película puede parecer al comienzo un típico biopic sobre la vida de Oppenheimer, el filme en realidad está enfocado específicamente en la formación del proyecto Manhattan y la creación de la bomba atómica, ofreciendo detalles de la vida personal del físico durante ese periodo. Más que nada, es un thriller psicológico; una tragedia sobre un científico que jugó a ser Dios. El núcleo de la película es como el ser humano es autor de su propia destrucción, y que el fin es inevitable.
El numeroso reparto de la cinta es uno de sus puntos fuertes, al incluir a actores connotados, así como un par de sorpresas. Cillian Murphy eleva la película mediante su sombría interpretación de un hombre acechado por la culpa y la sensación de haber condenado al mundo. Por lejos la mejor actuación de su carrera. Emily Blunt, por su parte, interpreta a la esposa del padre de la bomba atómica, dando una actuación que denota tanto tristeza como también empoderamiento. El resto del reparto incluye a Matt Damon, Robert Downey Jr., Frorence Pugh y Josh Hartnett, entre muchos otros.
No es para todos
La historia está contada de manera no lineal, un clásico de Nolan, lo que ayuda a pintar de manera más completa al personaje titular. Esto, sumado a la duración de tres horas, puede repeler a algunas audiencias, aunque ningún minuto se siente perdido.
La mejor escena de la película es al final, cuando Oppenheimer y Albert Einstein (Tom Conti) tienen una conversación frente al estanque. Es una escena desesperanzadora e inolvidable, que denota los peligros de las armas nucleares para el mundo, así como la inminente destrucción de la raza humana. Las excelentes actuaciones de Murphy y Conti le dan una sensación de urgencia y realismo a la secuencia.
Lo singular de la película es su presentación. Está contada desde dos perspectivas: una en blanco y negro, que representa eventos objetivos, y otra a color, que representa los subjetivos. El uso de este recurso narrativo fue una decisión arriesgada, pero que al final da frutos, creando una experiencia cinemática singular. A nivel técnico, el filme es impresionante, con tomas ambiciosas de explosiones realizadas mediante efectos prácticos, otro sello de Nolan.
El regreso de Nolan
Tras romper su relación con Warner, Nolan regresa con todo en su primera cinta para Universal. La película es hermosa desde un punto de vista estético, desde viscerales tomas de explosiones que ocupan toda la pantalla hasta escenas en interiores filmadas en majestuoso blanco y negro. Por lejos, es una de las cintas más pulidas en lo que va de año, con cada toma y plano exudando un nivel de preocupación y detalle que solo Christopher Nolan es capaz de ofrecer.
La música de Ludwig Göransson (Black Panther) es cautivadora, pero también melancólica, calzando perfectamente con el tono de la película. Desafortunadamente, esto le juega en contra a la cinta en ciertos momentos, al eclipsar los diálogos. Este ha sido un problema recurrente con el director ingles, siendo una de las mayores criticas de su anterior película, Tenet. Esto no quiere decir que el apartado sonoro sea deficiente, al contrario, con el diseño de sonido, aparte de los diálogos, siendo perfecto.
¿La mejor cinta del año?
Con Oppenheimer, Christopher Nolan ha creado su obra maestra, una cinta profundamente dolorosa y analítica sobre una de las figuras más controversial en la historia. Al igual que Prometeo, Robert Oppenheimer fue castigado por robarle el fuego a los dioses, siendo torturado por su psique y la incertidumbre de sus acciones.
Es un filme tenso que roza en lo nihilista, y que lidia con las emociones más profundas y complicadas del ser humano. Con un reparto de estrellas, efectos extraordinarios, y una historia tanto reflexiva como dolorosa, Oppenheimer se ha coronado como una de las cintas imperdibles de este año.
Con más de una docena de películas a su haber, el director británico nos recuerda por qué es uno de los artistas más prestigiosos en lo que va de milenio. Oppenheimer se estrena este jueves 20 de julio en todos los cines del país. Recomiendo verla en IMAX, ya que es la mejor manera de experimentarla.
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