La franquicia de Watch Dogs es una de las tantas apuestas de Ubisoft que siempre están intentando renovarse. La primera entrega fue polémica por un downgrade gráfico, pero con el segundo titulo, de un tono mucho más alegre y con más comedia, revivió el interés popular en la saga. Ahora con Legion han subido la apuesta y presentaron un juego donde cualquier NPC puede ser un personaje jugable y formar parte de la revolución hacker para salvar a Inglaterra.
Muchas gracias a Ubisoft por proveernos con una copia del videojuego para esta reseña (PS4).
Watch Dogs: Legion presenta a un Londres fracturado tras ataques terroristas, además de estar bajo el total control de una empresa de seguridad privada llamada Albion. El jugador toma el control de un miembro de Dedsec, agrupación hacker acusada de los atentados. Rápidamente uno es capaz de conseguir más reclutas y la historia se divide en distintas rutas, donde se pueden resolver varios misterios que se relacionan con descubrir la verdad de que sucedió la noche de los incidentes.
El argumento no es el mayor fuerte de Legion pero tampoco es que lo necesite, esto probablemente se debe a que ninguno de los personajes está fuertemente atado con los principales antagonistas, lo que los deja en un lugar de testigos frente a lo que acontece, pero los giros de trama son bastante intrigantes. Tu grupo de personajes constantemente comenta hechos de ciertas misiones o incluso algunos coleccionables, cosa que ayuda a crear un cierto apego por algunos personajes, además siempre tendremos presentes a Bagley, la I.A de Dedsec con un peculiar sentido del humor.
La ambientación de un Londres medianamente futurista es totalmente acertada. La mezcla de arquitecturas arcaicas con hologramas es algo que siempre agrada a la vista. Si bien no todo el mapa cuenta con elementos para recordar que estas en el futuro, ver elementos como drones armados hasta los dientes, ropas con hologramas o autos sin conductores es más que suficiente para mantenerte inmerso en el mundo de Legion.
El gameplay y el diseño de misiones es realmente el punto más bajo. La fórmula de Ubisoft para mundos abiertos se convierte en un elemento monótono. Esto volvió al juego aburrido de manera rápida, si bien puedes completar las misiones de distintas maneras, la gran mayoría son iguales, debes infiltrarte a una locación para completar algún objetivo, el que puede ser recuperar información o liberar a alguien. ya sea parte de la historia principal, misiones secundarias o para reclutar a un nuevo aliado todas juegas igualo y esto se vuelve estresante de sobremanera, sin embargo hay actividades secundarias para apaciguar lo monótono si eres un complecionista.
Este diseño de misiones me quemó bastante rápido, y si bien la gran mayoría de los juegos de Ubisoft apuestan a lo mismo, probablemente la falta de protagonismo de Legion es lo que más evidencia que realmente nada de esto ha cambiado por años, llegando a ser una especie de parodia de la misma formula de la compañía. Los personajes cuentan con habilidades únicas y un pequeño apartado de capacidades y armas no letales que se pueden comprar, pero realmente esto solo sirve para minimizar la idea de que cualquier NPC puede ser importante, además de que el limitado número de habilidades y armas desbloqueables no ayuda a personalizar de manera profunda a nuestros reclutas.
A nivel de gameplay, en la superficie no hay nada negativo, pero la poca innovación de este apartado puede ser un tanto decepcionante para los fanaticos de la saga. El hackeo está bastante simplificado en cuanto a lo que la primera entrega propuso. La conducción de vehículos sigue siendo igual de poco emocionante y los coches de por si, siguen sin tener ninguna física que haga divertido usarlos. Uno sabe que los desarrolladores son conscientes de esto porque añadieron una función de conducción automática en vez de hacerlo un poco más divertido. También, algunos personajes tienen armas o animaciones únicas pero una vez ya las pruebas en un par de misiones pierden la gracia. Probablemente el juego sea mucho más divertido de jugar con amigos, pero para el contenido online hay que esperar hasta diciembre.
La versión de PS4 no tiene ningún tipo de optimización para el control de la consola, lo cual podría haber ayudado mucho para tener atajos a los distintos menús del juego. Gráficamente el juego impresiona más de noche, donde las calles contrastan el choque de futurismo con la antigüedad de Londres con anuncios gigantes y las ropas con luces u hologramas destacan más entre la multitud. También es increíble el nivel de detalle presente en cada personaje de Londres, al ser todos jugables el nivel de detalle en las texturas de cada personaje es algo que se agradece bastante y los tiempos de cargas no son largos a pesar de ello.
Watch Dogs sigue buscando distintas características para atraer a un publico mayor, la franquicia ha sabido introducir conceptos llamativos y que en el papel son muy convincentes, pero Legion sacrifica mucho para integrar su infinidad de personajes jugables. El mundo es llamativo e intrigante, pero la formula de Ubisoft se vuelve el mayor detractor volviéndose monótono con el paso de pocas horas, si bien es innegable que hay personas que disfrutarán el título, por mi parte me pareció una experiencia que comenzó interesante pero se volvió aburrida al poco pasar de las horas.