El siglo XXI, nuestro siglo, ha tenido que enfrentar a una gran y poderosa enemiga, una enemiga capaz de controlar mentes, una enemiga capaz de meterse en la vida de los civiles e inducirlos a hacer cosas que ellos no quieren, una enemiga que hace aflorar los peores pensamientos e ideas en la mente de las personas, esa enemiga tiene un nombre, se llama tecnología.
Pero la tecnología no partió siendo una enemiga ni una villana, de hecho la tecnología tiene muchas cosas buenas, es una gran fuente de información casi ilimitada, nos permite estar conectados con personas y lugares de todo el mundo, además de saber que ocurre en cada sitio del planeta tierra a cada instante, nos ha facilitado la vida a la hora de hacer trámites, entonces ¿Qué podría tener de malo? Con todo lo que he mencionado deberíamos considerar a la tecnología más como una heroína que como una villana, lamentablemente el ser humano no ha sabido utilizar de buena manera este recurso y poco a poco se ha ido quedando esclavizado, construyendo su estilo de vida entorno a las máquinas, al internet y a la tecnología.
Pero ¿Es la tecnología una villana? ¿O somos las personas las que no hemos sabido como utilizarla? Bueno el cómic «Redes Antisociales» del señor Damivago habla del tema.
Damivago es un escritor chileno oriundo de la ciudad de Antofagasta, pese a haber estudiado Ingeniería Comercial siempre tuvo un lado artístico, por lo que estudió dibujo en Vancouver, Canadá y en Málaga, España. En el año 2016 su historieta “Humor Animal” fue elegida como el mejor cómic de humor a nivel nacional de ese año, luego en 2017 sacó “Redes Antisociales” que es la obra de la cual hablaremos ahora.
Redes Antisociales es una sátira sobre la sociedad actual chilena y quizás, en algunos aspectos, de la sociedad a nivel mundial, la cual critica la evidente adicción de las personas hacia los aparatos tecnológicos, la falta de comunicación que hay entre la gente y obviamente la excesiva importancia que le damos a las redes sociales.
El cómic se compone básicamente de chistes de una sola viñeta que abarcan toda la página, en teoría y guardando las proporciones es más o menos lo que realizaba la revista Topaze o las viñetas humorísticas que tienen los diarios El Mercurio y La Tercera.
Podríamos decir que desde que los teléfonos celulares tienen la capacidad de acceder de una manera muy fácil a cualquier red social, vivimos pegados a estos aparatos y de una cierta forma nos desconectan de la realidad que tenemos alrededor nuestro, pero nos introducen a una especie de aldea global interconectada entre todo el mundo que para muchos individuos es más interesante que la propia vida que tienen fuera de la pantalla, por esta razón la mayoría de las situaciones “absurdas” que nos muestra el cómic son un fiel reflejo de lo que realmente hacen las personas cuando están pegados con la tecnología, por ejemplo que las personas no pueden pasar ni cinco minutos sin revisar su celular, llegar a cualquier lugar pidiendo la clave del Wi-Fi, el hecho de que prácticamente nos quedemos sin vida cuando se cae una red social, que los niños lo único que hacen es jugar con tecnología y no con sus juguetes o con sus amigos, acciones que son bastante lamentables y algunas de muy mala educación pero que al fin y al cabo son una realidad que ya se ha instalado en nuestro día a día.
En conclusión “Redes Antisociales” es un manifiesto del absurdo y nefasto comportamiento que tiene el ser humano el día de hoy, un ser humano que prefiere publicar todo a través de su muro de Facebook, un ser humano que se preocupa más de una máquina que de una persona que tiene al lado, un ser humano que prefiere ver vídeos y programas con contenido basura a leer un buen libro, dicho todo esto, es un ser humano bastante idiota ¿No creen?
Pero en mi humilde opinión yo creo que además de denunciar y burlarse obviamente de las situaciones anteriormente mencionadas, lo que quiere hacer el autor es que los lectores reflexionemos un poco a cerca de nuestro comportamiento y podamos solucionar esta falta de empatía con el que tenemos al lado y esta evidente adicción al monstruo de las bien llamadas «Redes Antisociales», que no hacen otra cosa que separarnos de las personas.
Como nota aparte, el humor utilizado por el escritor puede ir desde situaciones extremadamente absurdas hasta chistes con un contenido muy negro, es por este motivo que, pese a que el dibujo se ve bastante infantil, no lo recomendaría para un público menor a 12 años ya que posiblemente no entiendan muchas de las bromas que se realizan dentro de la novela.
En fin, un cómic recomendadísimo, los invito de todo corazón a leerlo porque las risas van a estar garantizadas y se sentirán identificados con varias de las viñetas.