Desde principios de los 2000, los personajes como Frank Martin, Bryan Mills, Robert McCall, y John Wick, se han vuelto muy populares y queridos por la audiencia, esto puede deberse a la aplicación de la misma fórmula en sus películas: un personaje que huye de su pasado en busca de una vida tranquila y un acontecimiento provoca que el personaje deba volver a usar sus habilidades para protegerse a él/ella al igual que sus seres queridos. Un método bastante utilizado en las cintas de acción donde también podemos incluir a Nobody.
Nobody (dirigida por Ilya Naishuller) se trata del padre de familia Hutch Mansell (Bob Odenkirk), quien se encuentra atrapado en una vida rutinaria sin emoción. Después de que un evento desata un quiebre en su rutina, Hutch despierta su ira, trayendo como consecuencia la furia de un grupo ruso de narcotraficantes, por lo que deberá volver a hacer uso de sus habilidades para protegerse a él y su familia.
Las escenas de peleas y acción son el gran fuerte de esta cinta. Bob Odenkirk, quien se destaca por sus películas cómicas, entrenó arduamente por dos años para poder encarnar a Hutch Mansell, y su trabajo rindió frutos. Sus escenas de pelea son un deleite de ver al igual que las escenas en las que esta simplemente haciendo su rutina diaria. Esto resulta ya que Hutch es un personaje humano de apariencia normal con el que empatizamos, no es una máquina invisible que no siente, al contrario, se puede sentir su rabia, dolor, alegría y queremos que logre su prometido.
La fuerza antagónica, Yulian (Aleksei Serebryakov) tiene motivaciones y una historia por detrás que lo hacen una persona real, tal vez no es el mejor villano del cine y presenta ciertas fallas, pero cumple con su propósito de antagonista de buena manera.
En tanto los otros personajes como Rebecca (Connie Nielsen), David (Christopher Lloyd), y Harry (RZA), se complementan en la historia dándole más sentido a ciertos aspectos de la trama sin la necesidad de entregar mucha información.
La película tiene una historia bien construida, se nos entrega gradualmente información sobre el pasado del personaje y su familia sin que uno sea bombardeado manteniéndonos expectantes. A pesar de esto, muchas personas han considerado que tiene algunas similitudes con la película John Wick, lo que puede deberse al hecho de que David Kolstad, escritor de las tres entregas de John Wick, es también el escritor de Nobody, sin embargo, las historias son completamente distintas a pesar de las similitudes.
La fotografía es genial, las escenas donde vemos a Hutch en días normales con su familia y en el trabajo son buenas debido a que sentimos la monotonía, pero cuando es hora de la acción, las tomas lucen estupendas, llenan de emoción, no queremos que paren y la música es un buen recurso utilizado que combina sin inconvenientes con los sonidos más minúsculos, como cuando está cargando un arma, golpeando a alguien o simplemente tomando café.
El filme tiene su propio estilo, no pretende ser la película que veras en la vida, aunque podría fácilmente convertirse en la mejor película de acción del año. Toca el tema sobre la represión emocional, en este caso el de la violencia, y el estallido que causa en uno este abordándolo con toques humorísticos y violencia.
Sin dudas la cinta de Ilya Naishuller es violenta, divertida, y emocionante, perfecta para un amante del género de acción quien desea ver a Bob Odenkirk pateando traseros de una manera increíble. Sus 92 minutos de duración pasan volando, deseando que durara más tiempo y viéramos más de este sujeto llamado Nobody.
Para finalizar y como dato, la película originalmente sería estrenada en 2020, pero debido a la pandemia se estreno al 26 de marzo del 2021 y está disponible en video bajo demanda desde abril.