Kirsten Dunst, la actriz que cautivó al mundo como Mary Jane Watson en la trilogía de Spider-Man dirigida por Sam Raimi, rompe el silencio sobre su icónico papel y su perspectiva única sobre el mundo de los superhéroes.
En una reveladora entrevista para GQ, Dunst comparte sus pensamientos sinceros sobre el papel que la lanzó a la fama y su visión sobre el género de las películas de superhéroes.
Lo habría hecho»
Aunque su interpretación de Mary Jane dejó una marca indeleble en la cultura pop, Dunst revela que no fue llamada para No Way Home y si bien no ha visto la última entrega de la saga, Dunst asegura que seria genial regresar a la pantalla junto a Tobey:
Sería divertido decir, está bien, tomemos a Tobey y a mí y hagámoslo de una manera extraña e independiente, como un tipo diferente de película de superhéroes. Como hicieron esa película Crónica . Podría ser genial”
A pesar de su relación icónica con el personaje de Mary Jane, Dunst revela que ha sido selectiva en cuanto a los roles que acepta y se muestra franca sobre sus preferencias en la elección de proyectos. «Prefiero hacer algo extraño y fuera de lo común, y trabajar con un director primerizo, que hacer algo mediocre y aburrido», afirma con convicción.
»Te pagan mucho dinero»: Kirsten Dunst revela la gran verdad sobre el cine de Superhéroes
La franqueza de Dunst sobre las películas de superhéroes no pasó desapercibida «A la gente parecía gustarle que fuera francamente honesta sobre las películas de superhéroes», comenta con una sonrisa. Sus declaraciones sobre considerar hacer otra película del género debido al generoso salario que ofrecen generaron sorpresa y risas tanto dentro como fuera de la industria. «¿No lo hacen?» pregunta entre risas, dejando claro que su honestidad es tan refrescante como inesperada.
Esa misma honestidad fue parte de lo que la atrajo a interpretar a Mary Jane en Spider-Man en 2002. Kirsten Dunst recuerda aquellos días como una época más inocente en la historia del cine de superhéroes. «Creo que era más inocente», reflexiona. «Sam Raimi era como un director de culto, así que parecía que estábamos haciendo una película independiente disfrazada de superhéroe».
