Hoy, a exactamente 100 años del natalicio de «El Rey» Jack Kirby, hacemos una reseña del «gran» Marvel: King Size Kirby. Porqué sí quieres saber sí tanto entrecomillado en menos de setenta y cinco palabras es algo más que una infracción flagrante a cualquier norma de estilo, o, sí te interesas sobre una antología de más de un metro de alto, que en 816 páginas nos cuenta lo que para «La Casa de Las Ideas» es lo más trascendente en las décadas en que «The King» Kirby trabajo con ellos, te recomiendo acompañarme en este viaje, créeme, esto, sólo es el comienzo.
Las dos imágenes de arriba corresponden a la portada y la contraportada de «King-Size Kirby», cada una con unas medidas de 51 centímetros de alto y 30 centímetros de ancho, un libro con 7, 5 centímetros de largo. Pero ahora surge la siguiente pregunta, ¿Quién es el autor merecedor de tal homenaje?, ¿por qué la ex Timely Comics destina uno de sus formatos más grandes para re-re-re imprimir historias clásicas que en común tienen sólo un nombre y apellido? La respuesta: porque se trata de Jacob Kurtzberg, mejor conocido simplemente Jack Kirby, «él» autor, escritor, dibujante y/o entintador más influyente y gravitante del cómic de superhéroes Mainstream norteamericano, por lo menos de los 79 años que van desde la creación de Superman.
Con el clásico habano en la boca, marca registrada del maestro Kirby, el primer número de esta antología, Red Raven# 1( agosto de 1940) anunciaba un eterno tema del cómic, el o la hij@ de un dios (parafraseando a Sabina) bajando del Olimpo a las vicisitudes de las siete últimas décadas del siglo veinte, tomando al azar cuatro juguetes de la caja de un niño como acompañamiento argumental. Y así , lo primero del «King-Size…»: «Mercury in the 20 Century«, que nos cuenta sobre las aventuras de un dios olímpico, Mercurio, visitando la época contemporánea antes de que U.S.A. entrara en la Segunda Guerra mundial, entre aviones a hélice, soldados y tanques enfrentado a un «ficticio» enemigo, y más de un año antes que la semidiosa favorita de DC Cómics, creación de William Moulton Marston, Wonder Woman apareciera en viñetas (y con una linea muy similar) en diciembre de 1941.
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Creador del primigenio «The Vision», cuyo último volumen, de la mano de King, Walta y Bellaire gano el Eisner 2017 a la mejor miniserie. Kirby, de origen judio, lucho fuertemente en sus obras contra el Eje y el nazismo, lo que queda más que claro con una de las portadas más famosas en la historia de Marvel: Captain America # 1, con un gancho al mentón más repetido y antiguo que el de Mayweather a Conor McGregor, el de Steve Rogers al mismísimo Hitler (y la única aparición del Tercer Reich en ese número) en un lejano Marzo de 1941.
Al volver de la Guerra, Kirby, se aboca a la ciencia ficción, al western y al misterio. Reconocer que como autor, fue un hijo de su tiempo, expresando los movimiento culturales y epocales que lo rodeaban, algo que lamentablemente hoy por hoy se echa muchísimo de menos en varias de las colecciones principales de las dos grandes. Para ejemplo, unas viñetas, las primeras de «Tales to Astonish» n#1, con una langosta gigante (como en el episodio de April’s Fools de Victorious) que ataca a unos marineros que van detrás de la novena maravilla del mundo. Son fines de los ’50, y en una sociedad pujante y que ve al mundo desde arriba como la norteamericana, los miedos son otros, esta vez son la guerra nuclear y el terror rojo los que gobiernan la evasión y sus medios, terror rojo que se consuma en las extrañas mutaciones que produce la energía nuclear y sus desconocidas aristas liberando las fuerzas ignotas al interior de la tierra, o, a que alguien llegue a lanzar los misiles del «fin del mundo».
Según «Comics :Una historia global, desde 1968 hasta hoy» de D.Mazur y A.Danner (Editorial Blume, 2014): «Las explosivas páginas de Kirby fueron un factor clave del renovado éxito del genero de superhéroes y en la pujanza de Marvel durante la década de 1960». Lo cierto es que los dibujantes de esa época aseguraban que era un «atajo» útil para terminar una página y rellenar viñetas, haciendo más «liviano» su trabajo poniendo varios Spok! Splash! o Craks! y nubes de explosiones, que tener que llenarlas de personajes y ambientes. Otra razón, era que buscaba llegar al único público más o menos adulto de las historietas por la época, los soldados en el frente, desde WWII a Vietnam, muchos de ellos querían ver los triunfos de sus superhéroes de papel, de su lado en la vida real. Buscada o no, la acción en cada página se vuelve la firma de los comics de «The King» por esa década. Te recomiendo ver al respecto, los tres episodios que componen «Superheroes: A never-Ending Battle«, disponible también en Netflix.
«Si existiese un Monte Rushmore de artistas americanos de Cómic Book, Jack Kirby tendría un lugar ganado al frente y al centro». Axel Alonso, Editor in Chief Marvel 2015, Prologo. «King-Size Kirby».
Co-creador de los primeros personajes de la edad moderna del cómic book norteamericano,»Fantastic Four», cuya portada a sido guiñada más de alguna vez. Y uno de los puntales junto al «viejo» Lee de la edad de Oro de la historieta superheroica y el predominio Marvel en el género, esta es para mi la mejor época de Kirby, entre los años ’60 y ’70. Años en que el LSD corría por las mesas de dibujo quizás tanto o más que la tinta. De este tiempo, la familia más disfuncional y querible del Universo Marvel, con un perro Bulldog del tamaño de una camioneta, son «Los Inhumanos«, el ejemplo más claro de que la psicodelia y la lisérgia eran los motores primarios de lo que se «movía» en las viñetas.
35 historias con lo mejor del «The King» Kirby para Marvel, y sí, ya te diste cuenta, esta review no es más que una excusa para no poner en el título «Feliz 100 años del natalicio del Rey Kirby«, y aunque nos dejo hace un tiempo, cada vez que leas un cómic de superheroes norteamericano, veas una serie o película, o simplemente compres una polera con alguno de estos personajes, nada de esto hubiera sido posible sin él, porqué todos los caminos llevan a Jack Kirby…»Larga Vida al Rey«.
Hasta la próxima.