Advertencia, esta publicación puede contener pequeños spoilers
Cuando Fragmentado (Split) se estrenó en las salas de cine, todo el mundo perdió la cabeza, Shyamalan después de varios intentos, había regresado en gloria y majestad, no solo había creado una película buena y exitosa, si no, que además estaba conectada a otra gran película dirigida por el, El Protegido (Unbreakable). Debido a esto, se generó mucha expectación de si habría una película que uniese estas dos y la respuesta de Shyamalan fue clara, «sí», y se iba a llamar Glass.
Este 17 de Enero y después de casi 3 años de espera, se estrenó Glass y muchos (incluido quien escribe) fueron expectantes de saber qué planes tenía Shyamalan para este universo compartido, como se enfrentarían la Bestia y el Centinela, como se desarrollaría la historia sabiendo por los trailers, que nuestros tres superhumanos se verían dudando y siendo cuestionados sobre si sus habilidades son reales o no.
Glass
Con ese poco contexto entregado por los trailers, comenzamos con una película lenta pero firme, que nos muestra en la actualidad como vive David Dunn, quien tiene una tienda de artefactos electrónicos y de seguridad junto a su hijo, mientras que Kevin, más conocido como La Horda, continua raptando y asesinando jóvenes para alimentar a la Bestia. La película cuenta que Dunn lleva un tiempo buscando a La Horda para impedir más matanzas, pero a su vez, tiene que andar con precaución dado que la policía lo esta buscando.
David Dunn encuentra a las jóvenes y se enfrenta a la Bestia, resultando en que la policía los detenga a ambos y sean enviados a un hospital psiquiátrico donde serán tratados de sus «delirios» por la doctora Ellie Staple, quien dando explicaciones científicas y/o «reales» descartaba el hecho de que ellos fueran superhumanos. Cabe destacar que en este hospital psiquiátrico también se encuentra encerrado Elijah Price, el antagonista de David Dunn en El Protegido.
Es desde ese punto donde la trama comienza a perder fuerza y se torna más lenta, dado que se enfoca demasiado en la Bestia y en las explicaciones de la Doctora Staple, quitando tiempo en pantalla y a la vez énfasis a los personajes de Jackson y Willis.
Además nos encontramos con muchos giros de tuercas innecesarios o exagerados, escenas en primer plano o acercamientos que están fuera de contexto y a veces hasta lucen desenfocados, distrayéndonos de la acción o de los sucesos que ocurren en la película, además de personajes desaprovechados y algunas escenas que incluso se podrían considerar innecesarias para el avance de la trama.
Conclusión
Glass es una película más de Shyamalan que cumple con lo prometido, unir a la Bestia contra el Centinela, pero para toda la expectativa generada después de Split, queda muy al debe, dejando mucho de lado al personaje cuyo nombre está en el titulo de la película (Mr. Glass) y a David Dunn, que si bien son menos interesantes que Kevin (McAvoy), cada vez que aparecen en pantalla representan sus papeles del Héroe y el Antagonista de forma maestra.
En otras palabras, Glass es un cierre flojo para un universo que se venía formando de manera majestuosa por un director que nos ha acostumbrado a no emocionarnos tanto con sus películas, porque nunca sabremos si su próxima obra sera grandiosa, regular o simplemente mala.