El sueño de todo fanático de las películas y el animé sería vivir en una casa inspirada en sus personajes favoritos. Para muchos puede ser algo fantasioso o un anhelo imposible de cumplir. Sin embargo, en Bolivia es una realidad.
Los cholets son las mansiones bolivianas que lo hacen posible, siendo una inspiración arquitectónica moderna que puede reflejar la extravagancia de sus dueños. No obstante, no todos toman la identidad del mundo geek y la mayoría representan la intención de mantener las raíces aimaras con un toque futurista y, en ocasiones, excéntrico.
¿Qué son los Cholets?
La palabra cholet es una combinación entre los términos chalet (edificación de una a tres plantas, con jardín, destinada a vivienda unifamiliar) y cholo (palabra, en ocasiones usada de forma despectiva, para referirse a personas, lugares o aspectos culturales con rasgos indígenas o rurales que provienen de las zonas altiplánicas de Latinoamérica). Hace referencia a mansiones construidas en las zonas adineradas de Bolivia, principalmente en la ciudad de El Alto, que están diseñadas con una arquitectura extravagante que sale del común de lo que se ve en el país.
Son edificios de no más de ocho pisos cuyo frontis muestra un diseño arquitectónico futurista con colores vivos, prestados de los típicos diseños altiplánicos. Sin embargo, otros tienen una figura gigante enclavada en él ya que poseen una temática inspirada en la cultura popular y en el mundo geek.
Algunos de los más conocidos en este aspecto son el de Iron Man y los de Transformers. Pero también hay otros como el de Caballeros del Zodiaco, Gigantes de Acero, la Estatua de la Libertad, la Torre Eiffel o incluso, el futbolista Lionel Messi.
Por dentro, los Cholets tienen una planta baja que funciona como un glamoroso salón de eventos que está decorado principalmente de acuerdo a la figura que se ve en el frontis del edificio. La sala puede ser arrendada por cualquier persona por un precio que ronda entre los 700 y los 1000 dólares por día, dependiendo de cuanto dure la fiesta.
Arriba de ese primer piso, la gente vive en departamentos lujosos o a veces se utilizan para cosas comerciales que vayan de acuerdo con la temática de la mansión como restaurantes, canchas de fútbol o locales comerciales. Según declaraciones del guía turístico, Fernando Castroman para el noticiario Telenoche de Argentina, no todos los cholets son temáticos, algunos solo tienen colores y formas que son distintivos. “La idea es darle una identidad propia a cada una de estas casas”, precisó.
Los cholets en la cultura boliviana
Los dueños de los cholets son principalmente comerciantes adinerados que llegaron en la década de los setenta y ochenta desde el campo a la capital de La Paz. En la ciudad, sufrieron de la discriminación de la población capitalina debido a su apariencia, no dejándoles entrar en hoteles o aeropuertos. Por lo mismo, esta gente se trasladó hasta la ciudad del Alto, transformándose en una nueva clase social burguesa comerciante que tuvo su mayor desarrollo durante los gobiernos de Evo Morales.
Así es como esta parte de Bolivia se ha llenado de edificios con diseños geométricos y colores vivos que se suelen usar en los tejidos aimaras. Uno de los más distintos es el llamado Crucero de los Andes que tiene una fusión entre arquitectura moderna y diseños andinos. Se distingue por tener un barco en la cima, además de los colores y los símbolos culturales bolivianos.
El dueño de este cholet, Víctor Choque Flores mencionó que todo lo construido ahí es artesanal razón por la que su edificación demoró seis años. “Todo se hizo manualmente, incluso la pintura, no hubo ninguna maquina que participara en esto”, declaró. Por lo mismo, el valor de estas casas suele rondar entre los 350 mil o el millón de dólares. Para los bolivianos, los cholets representan el esfuerzo del trabajador que logra juntar esta gran cantidad de dinero para construir la casa que él quiera con el diseño de su gusto personal.
Pese a su excéntrica arquitectura, varios de las mansiones se ven con ladrillos y partes a medio terminar en su alrededor. De acuerdo con el periodista argentino, Jason Mayne esto se hace para que pase como un edificio en construcción para el gobierno y así evadir los impuestos que puede costar mantener una casa así.
De todos modos, existen varios edificios inspirados en la cultura altiplánica. El arquitecto aimara y creador de cholets, Freddy Mamani dijo para Univisión Noticias que quiere “construir obras con identidad, rescatando el pasado y viendo el futuro”. Según indicó, recibió varias criticas de parte de la comunidad arquitectónica de Bolivia debido a que se tituló en la Facultad de Tecnología y, según ellos, no podía hacer arquitectura. No obstante, Mamani sostuvo que su idea es rescatar la cultura boliviana con un toque moderno e innovador, sin estar adoctrinado por lo que se enseña en las escuelas.
Estos edificios no se ubican en barrios exclusivos de la ciudad. Su arquitectura moderna contrasta con las modestas casas bolivianas de alrededor. Los multimillonarios no suelen tener mucho interés en esto debido a que consideran a los dueños de los cholets de una clase inferior. De todos modos, hay alrededor de 350 de estos edificios en El Alto que mezclan la cultura aimara, lo futurista y las películas en una arquitectura moderna lista para ser objeto de curiosidad del turista extranjero.