El escritor británico Alan Moore es conocido por obras como Watchmen, V for Vendetta, From Hell, Swamp Thing, entre tantos otros clásicos. En una de sus más recientes y exclusivas entrevistas con el medio GQ, se refirió a las adaptaciones de sus obras, el mensaje que este quería dar en sus inicios y el estado actual de la industria de los cómics y los superhéroes.
Alan Moore comenzó a principios de los 80 con Swamp Thing para DC, lo que hizo a la industria mucho más literaria y expresiva. Esto debido a que utilizó técnicas posmodernas y le dio una seriedad que en la industria de los superhéroes no existía. Años más tarde crearía una de sus obras más conocidas, Watchmen. El cómic cuenta como funcionaría un grupo de vigilantes enmascarados en una sociedad real.
Las declaraciones de Alan Moore
Esta última obra recibió una adaptación televisiva para HBO en el año 2019. Dicha serie obtuvo buenas críticas, premios y 26 nominaciones a los premios Primetime Emmy. A pesar de todo esto, Moore dijo no que no vio la serie ni tiene intenciones de hacerlo:
“Yo sería la última persona que querría ver una adaptación de mi obra. Por lo que he oído de ellas, sería enormemente castigador. Sería una tortura y sin una buena razón. Hubo un incidente, probablemente un incidente final, para mí. Recibí un paquete voluptuoso a través de Federal Express que llegó aquí, a mi pequeña y sedentaria sala de estar. Resultó contener un delantal de asador azul con un símbolo de hidrógeno en la parte delantera.
Y una carta, sin tapujos, del director de la adaptación televisiva de Watchmen, que en ese momento no sabía que existía. La carta creo que comenzaba con: ‘Estimado Sr. Moore, soy uno de los bastardos que están destruyendo Watchmen’. Ese no fue el mejor comienzo. Continuaba con un montón de, lo que me parecía, divagaciones neuróticas. ‘¿Puedes al menos decirnos cómo se pronuncia Ozymandias?’.
Di una respuesta muy brusca y probablemente hostil en la que le decía que había pensado que Warner Brothers era consciente de que ellos, ni ninguno de sus empleados, debían volver a ponerse en contacto conmigo por ningún motivo. Le expliqué que había renegado de la obra en cuestión y que, en parte, eso se debía a que la industria del cine y del cómic parecían haber creado cosas que no tenían nada que ver con mi obra, pero que se asociarían a ella en la mente del público. Dije: ‘Mira, esto es vergonzoso para mí. No quiero tener nada que ver con usted ni con su programa. Por favor, no me vuelvas a molestar'».
Para los fans más puristas del escritor, esta adaptación fue, en el mejor de los casos, una mala interpretación y, en el peor, ofensivamente horrible. Se aleja totalmente del material original del cual está basado. Moore siempre ha sido un defensor de los derechos de los creadores, y desde que tuvo problemas con DC, tras no poder mantener la propiedad de sus personajes e historias, ha renunciado a parte de su material más querido:
«Cuando protesté por primera vez por el robo de mis propiedades intelectuales, la reacción de muchos fans fue: ‘Es un tipo loco y enfadado’. Se levanta por la mañana enfadado con su almohada. Se come los cereales del desayuno enfadado con ella. Está enfadado por todo, así que, por lo tanto, nada de lo que parece estar enfadado tiene importancia. Es simplemente una persona enfadada».
Respecto a lo comercial que se ha vuelto la industria del cómic, Moore dijo:
«No se pueden separar unos de otros. Artísticamente, es doloroso por la inmensa cantidad de trabajo que puse en esas primeras obras. Intentaba, en la medida de lo posible, rehacer la industria del cómic y, en cierta medida, el medio del cómic, para convertirlo en lo que yo quería. Introducía las ideas que creía que podrían ser beneficiosas para el medio y llevarlo a nuevas áreas. Desde el punto de vista artístico, me quitan esos trabajos y hasta los malinterpretan en gran medida…».
Desde un principio, durante la publicación de Watchmen, Moore se sintió extrañado de la aceptación que tienen los personajes de su historia, y no estaban captando lo esencial que este quería expresar.
“Me parecía que lo que la gente se llevaba de obras como Watchmen o V de Vendetta no eran las técnicas narrativas que para mí eran la parte más importante. Era, en cambio, esta mayor libertad de acción con la violencia y con las referencias sexuales. Tetas y entrañas.
Miracleman y Watchmen, eran críticas al género de los superhéroes. Trataban de mostrar que cualquier intento de realizar estas figuras en cualquier tipo de contexto realista será siempre grotesco y de pesadilla. Pero ese no parece ser el mensaje que la gente tomó de esto. Parecen pensar que, sí, los superhéroes oscuros y deprimentes son, por ejemplo, geniales.”
De momento, el escritor se mantiene alejado del mundo de los cómics y no hay anunciado ningún trabajo de él en un futuro próximo. Tampoco ha sido anunciada ninguna adaptación de alguna de sus obras.
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Fuente: GQ